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Diferencia entre revisiones de «Marco Atilio Régulo»

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{{otros usos|Marco Atilio Régulo (desambiguación)|otros nobles romanos con el mismo nombre}}
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{{Ficha de autoridad
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| nombre = Marco Atilio Régulo
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'''Marco Atilio Régulo''' (en [[latín]], Marcus Atilius Regulus; m. [[250&nbsp;a.&nbsp;C.]]) fue un general romano de origen [[Plebe|plebeyo]], [[cónsul romano|cónsul]] en dos ocasiones: [[267&nbsp;a.&nbsp;C.]] y [[256&nbsp;a.&nbsp;C.]]
'''Marco Atilio Régulo''' (en [[latín]], Marcus Atilius M. f. L. n. Regulus; c.307 a.&nbsp;C. - 250&nbsp;a.&nbsp;C.) fue un general romano de origen [[Plebe|plebeyo]], [[cónsul romano|cónsul]] en dos ocasiones: 267&nbsp;a.&nbsp;C. y 256&nbsp;a.&nbsp;C.{{harvnp|Roldán|1995|p=741|c=Cónsules romanos entre 280 y 44 a. C.}} famoso por su actuación y muerte durante la [[primera guerra púnica]].


== Primer consulado ==
== Primer consulado ==
Durante su primer mandato consular, en 267&nbsp;a.&nbsp;C., derrotó a los salentinos y capturó Brundisium (hoy [[Bríndisi]]). Fruto de esta victoria, obtuvo el honor de un [[triunfo romano|triunfo]].<ref>[[Eutropio|Eutrop.]] ii. 17; [[Floro|Flor.]] i. 20; [[Zonaras|Zonar.]] viii. 7; comp. [[Tito Livio|Liv.]] Epit. 15.</ref>
Durante su primer mandato consular, en 267&nbsp;a.&nbsp;C., derrotó, junto a su colega [[Lucio Julio Libón]], a los salentinos, y capturó Brundisium (hoy [[Bríndisi]]), un puerto importante que dio a los romanos el control de la desembocadura del mar Adriático y fue el más cercano a la costa de Grecia., el próximo objetivo de las intenciones expansionistas de una Roma que ya estaba apuntando a nuevos territorios en la llanura de Padania e Iliria. Fruto de esta victoria, obtuvo el honor de un [[triunfo romano|triunfo]].<ref>[[Eutropio|Eutrop.]] ii. 17; [[Floro|Flor.]] i. 20; [[Zonaras|Zonar.]] viii. 7; comp. [[Tito Livio|Liv.]] Epit. 15.</ref>


== Segundo consulado ==
== Segundo consulado ==
=== Batalla del cabo Ecnomo ===
=== Batalla del Cabo Ecnomo ===
{{AP|Batalla del cabo Ecnomo}}
{{AP|Batalla del Cabo Ecnomo}}
Once años después, en el año 256&nbsp;a.&nbsp;C. durante el noveno año de la [[Primera Guerra Púnica]], fue cónsul por segunda vez, teniendo a [[Lucio Manlio Vulsón Longo]] de colega, y elegido en el lugar de [[Quinto Cedicio]] que había muerto poco después de asumir la magistratura consular. Los romanos habían decidido hacer un enorme esfuerzo para concluirla. En consecuencia habían resuelto invadir África con una gran fuerza de trescientos treinta buques. Los dos cónsules embarcaron las legiones en Sicilia y se hicieron a la mar con el fin de cruzar a África.
Once años después, en el año 256&nbsp;a.&nbsp;C. durante el noveno año de la [[primera guerra púnica]], fue cónsul por segunda vez, teniendo a [[Lucio Manlio Vulsón Longo]] de colega, y elegido en el lugar de [[Quinto Cedicio]] que había muerto poco después de asumir la magistratura consular. Los romanos habían decidido hacer un enorme esfuerzo para concluir la guerra; en consecuencia resolvieron invadir África con una gran fuerza de trescientos treinta buques y 140&nbsp;000 hombres. Los dos cónsules embarcaron las legiones en Sicilia y se hicieron a la mar rumbo al continente africano.


Los cartagineses trataron de detener esta operación con una flota igualmente poderosa (alrededor de 350 barcos con 150&nbsp;000 marineros),
La flota cartaginesa, bajo el mando de [[Amílcar (Drépano)|Amílcar]] y [[Hannón el Grande|Hannón]], los esperaba en [[Heraclea Minoa]]. Tan pronto los descubrieron a la altura del cabo Ecnomo, salieron a su encuentro. En la batalla que siguió, llamada [[batalla del cabo Ecnomo]], los romanos salieron victoriosos. Perdieron sólo veinticuatro buques, mientras que destruyeron treinta de los buques del enemigo y tomaron sesenta y cuatro con todos sus tripulantes.
bajo el mando de [[Amílcar (Drépano)|Amílcar]] y [[Hannón el Grande|Hannón]], que estaba emboscada en [[Heraclea Minoa]]. Tan pronto avistaron a la flota romana, a la altura del cabo Ecnomo, salieron a su encuentro. En la batalla que siguió, llamada batalla del Cabo Ecnomo, los romanos salieron victoriosos. Perdieron sólo veinticuatro buques y destruyeron treinta de los enemigos; además tomaron sesenta y cuatro navíos con todos sus tripulantes.


=== Desembarco en África y primeras acciones ===
=== Desembarco en África y primeras acciones ===
El pasaje a África estaba despejado y la flota cartaginesa se apresuró a defender la capital. Los romanos, sin embargo, decidieron no navegar directamente hacia [[Cartago]], sino desembarcar en la costa oriental, cerca de la ciudad de Clypea o Aspis, [[Sitio de Aspis|capturándola]] y estableciendo allí su cuartel general. Desde allí organizaron expediciones de saqueo por toda la campiña cartaginesa, recogiendo en ellas un importante botín. Cuando se aproximaba el invierno, el cónsul [[Lucio Manlio Vulsón Longo|Manlio]] regresó a Roma por orden del [[Senado romano|Senado]], mientras que Régulo permaneció en territorio púnico con el resto de las tropas para proseguir las operaciones.
El pasaje a África estaba despejado y la flota cartaginesa se apresuró a defender la capital. Los romanos, sin embargo, decidieron no navegar directamente hacia [[Cartago]], sino desembarcar en la costa oriental, cerca de la ciudad de Clypea o Aspis, [[Sitio de Aspis|capturándola]] y estableciendo allí su cuartel general. Desde allí organizaron expediciones de saqueo por toda la campiña cartaginesa, entre las que se menciona el asedio de [[Garaetium]] por el legado [[Calpurnio Craso]],<ref>Pseudo-Plutarco ''Parallela minora'' 23.</ref> recogiendo en ellas un importante botín. Cuando se aproximaba el invierno, el cónsul [[Lucio Manlio Vulsón Longo|Manlio]] regresó a Roma por orden del [[Senado romano|Senado]], mientras que Régulo permaneció en territorio púnico con el resto de las tropas para proseguir las operaciones.


Marco Atilio llevaba las operaciones con la mayor energía, a lo que había de sumar la incompetencia de los generales cartagineses. El enemigo había reunido una fuerza considerable que confió a tres comandantes: [[Asdrúbal Hannón|Asdrúbal]], [[Bostar]] y [[Amílcar (Drépano)|Amílcar]], pero estos generales evitaban las llanuras, donde su caballería y los elefantes les habrían dado ventaja sobre el ejército romano, y se retiraron a las montañas.
Marco Atilio llevaba las operaciones con la mayor energía, a lo que había de sumar la incompetencia de los generales cartagineses. El enemigo había reunido una fuerza considerable que confió a tres comandantes: [[Asdrúbal Hannón|Asdrúbal]], [[Bostar]] y [[Amílcar (Drépano)|Amílcar]], pero estos generales evitaban las llanuras, donde su caballería y los elefantes les habrían dado ventaja sobre el ejército romano, y se retiraron a las montañas.
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En los montes cerca de [[Utina|Adís]], los [[ejército de Cartago|cartagineses]] fueron atacados por Régulo y derrotados con grandes pérdidas; 15&nbsp;000 hombres se dice que habrían muerto en la batalla y 5000 hombres con dieciocho [[elefante de guerra|elefantes]] habrían sido capturados. Las [[tropa]]s cartaginesas se retiraron dentro de las [[muralla]]s de [[Cartago]] y Régulo ahora invadió el país sin oposición.
En los montes cerca de [[Utina|Adís]], los [[ejército de Cartago|cartagineses]] fueron atacados por Régulo y derrotados con grandes pérdidas; 15&nbsp;000 hombres se dice que habrían muerto en la batalla y 5000 hombres con dieciocho [[elefante de guerra|elefantes]] habrían sido capturados. Las [[tropa]]s cartaginesas se retiraron dentro de las [[muralla]]s de [[Cartago]] y Régulo ahora invadió el país sin oposición.


Numerosas ciudades cayeron en poder de los romanos, llegando Régulo a acercarse a una distancia de sólo veinte kilómetros de la capital. Para añadir angustia a los cartagineses, los [[númidas]] aprovecharon la oportunidad para rebelarse. Sus bandas errantes completaban la devastación del país. Los cartagineses, en su desesperación, enviaron a un emisario a Régulo solicitando la paz. Pero el general romano, que estaba embriagado con el éxito, sólo se las concedía en términos tan intolerables que los cartagineses decidieron continuar la guerra hasta las últimas consecuencias.
Numerosas ciudades cayeron en poder de los romanos, llegando Régulo a acercarse a una distancia de sólo veinte kilómetros de la capital. Para añadir angustia a los cartagineses, los [[númidas]] aprovecharon la oportunidad para rebelarse. Sus bandas errantes completaban la devastación del país. Los cartagineses, en su desesperación, enviaron a un emisario a Régulo solicitando la paz. Pero el general romano, que estaba embriagado con el éxito y, subestimando las fuerzas cartaginesas, sólo se las concedía en términos tan intolerables que los cartagineses decidieron continuar la guerra hasta las últimas consecuencias.


=== Derrota en los llanos del Bagradas ===
=== Derrota en los llanos del Bagradas ===
{{AP|Batalla de los llanos del Bagradas}}
{{AP|Batalla de los Llanos del Bagradas}}
En medio de la angustia y alarma de los cartaginenses, la solución les llegó de un lugar inesperado. Entre los mercenarios griegos que acababan de llegar de Cartago, había un lacedemonio llamado [[Jantipo (general)|Jantipo]] que parece que ya había adquirido alguna pequeña reputación militar, aunque su nombre no se menciona con anterioridad.
En medio de la angustia y alarma de los cartagineses, la solución les llegó de un lugar inesperado. Entre los mercenarios griegos que acababan de llegar de Cartago, había un lacedemonio llamado [[Jantipo (general)|Jantipo]] que parece que ya había adquirido alguna pequeña reputación militar, aunque su nombre no se menciona con anterioridad.


Él señaló a los cartagineses que su derrota se debió a la incompetencia de sus generales y no a la superioridad de las armas romanas. Con la confianza del pueblo, fue inmediatamente puesto a la cabeza de las tropas. Basándose en una caballería de 4000 jinetes y 100 elefantes, Jantipo marchó hacia campo abierto para hacer frente al enemigo y, aunque sus fuerzas eran muy inferiores en número a los romanos, derrotó completamente a Régulo en los llanos del río [[Río Medjerda|Bagradas]]. 30&nbsp;000 legionaros romanos fueron muertos y apenas 2000 escaparon a [[Kélibia|Clypea]]. El mismo Régulo fue hecho prisionero junto con 500 romanos más. Este hecho aconteció en el año 255&nbsp;a.&nbsp;C.<ref>[[Polibio|Polib.]] i. 26-34; [[Tito Livio|Liv.]] Epit. 17, 18; [[Eutropio|Eutrop.]] oi. 21, 22; [[Orosio|Oros.]] iv. 8; [[Zonaras|Zonar.]] VIII. 12, 13; Aurel. Vict. De Vir. III. 40.</ref>
Él señaló a los cartagineses que su derrota se debió a la incompetencia de sus generales y no a la superioridad de las armas romanas. Con la confianza del pueblo, fue inmediatamente puesto a la cabeza de las tropas. Basándose en una caballería de 4000 jinetes y 100 elefantes, Jantipo marchó hacia campo abierto para hacer frente al enemigo y, aunque sus fuerzas eran muy inferiores en número a los romanos, derrotó completamente a Régulo en los llanos del río [[Río Meyerda|Bagradas]]. 30&nbsp;000 legionarios romanos fueron muertos y apenas 2000 escaparon a [[Kélibia|Clypea]]. El mismo Régulo fue hecho prisionero junto con 500 romanos más. Este hecho aconteció en el año 255&nbsp;a.&nbsp;C.<ref>[[Polibio|Polib.]] i. 26-34; [[Tito Livio|Liv.]] Epit. 17, 18; [[Eutropio|Eutrop.]] oi. 21, 22; [[Orosio|Oros.]] iv. 8; [[Zonaras|Zonar.]] VIII. 12, 13; Aurel. Vict. De Vir. III. 40.</ref>


== Cautiverio y muerte ==
== Cautiverio y muerte ==
Régulo permaneció cautivo durante los siguientes cinco años hasta 250&nbsp;a.&nbsp;C., cuando los cartagineses, después de su derrota en la [[batalla de Palermo]], enviaron una embajada a Roma para solicitar la paz o, por lo menos, un intercambio de prisioneros. Permitieron que Régulo acompañara a los embajadores con la promesa de que podría regresar a Roma si sus propuestas eran aceptadas, pensando que él podría convencer a sus compatriotas sobre un acuerdo de un intercambio de prisioneros con el fin de obtener su propia libertad.
Régulo permaneció cautivo durante los siguientes cinco años hasta 250&nbsp;a.&nbsp;C., cuando los cartagineses, después de su derrota en la [[batalla de Palermo]], enviaron una embajada a Roma para solicitar la paz o, por lo menos, un intercambio de prisioneros. Permitieron que Régulo acompañara a los embajadores con la promesa de que podría regresar a Roma si sus propuestas eran aceptadas, pensando que él podría convencer a sus compatriotas sobre un acuerdo de un intercambio de prisioneros con el fin de obtener su propia libertad.


La embajada de Régulo es uno de los relatos más célebres de la historia romana. Los cronistas y poetas relatan que Régulo al principio se negó a entrar en la ciudad como un esclavo de los cartagineses; después, no quiso dar su opinión en el [[Senado Romano|Senado]], porque había cesado (debido a su cautiverio) de ser un miembro de este iluste órgano; finalmente, cuando sus compatriotas le permitieron hablar, trató de disuadir al Senado de aceptar una paz o incluso a un intercambio de prisioneros; y cuando los vio vacilantes, les dijo que los cartagineses le habían dado un veneno lento, que pronto pondría fin a su vida; y como, finalmente, el Senado negó aceptar la oferta de los cartagineses, se opuso firmemente a las opiniones de sus amigos de permanecer en Roma y regresó a Cartago en su condición de prisionero.
La embajada de Régulo es uno de los relatos más célebres de la historia romana. Los cronistas y poetas relatan que Régulo al principio se negó a entrar en la ciudad como un esclavo de los cartagineses; después, no quiso dar su opinión en el [[Senado Romano|Senado]], porque había cesado (debido a su cautiverio) de ser un miembro de este ilustre órgano; finalmente, cuando sus compatriotas le permitieron hablar, trató de disuadir al Senado de aceptar una paz o incluso a un intercambio de prisioneros; y cuando los vio vacilantes, les dijo que los cartagineses le habían dado un veneno lento, que pronto pondría fin a su vida; y como, finalmente, el Senado negó aceptar la oferta de los cartagineses, se opuso firmemente a las opiniones de sus amigos de permanecer en Roma y regresó a Cartago en su condición de prisionero.


A su llegada a Cartago, se dice que fue condenado a muerte en medio de las torturas más atroces. Se relata que fue puesto en un cofre cubierto en el interior con clavos de hierro, donde pereció. Otros escritores afirman además, que después de que sus párpados hubieran sido cortados, fue arrojado primero a un cuarto oscuro y luego, de repente, expuesto a los rayos de un sol ardiente. Cuando la noticia de la muerte bárbara de Régulo llegó a Roma, el Senado se dice que dio Amílcar y [[Bostar]], dos de los generales cartagineses presos, a la familia de Régulo para que se vengaran en ellos con crueles tormentos.<ref>Liv. epit. 18; Gell. vi. 4; [[Diodoro|Diod.]] XXIV. p. 566, ed. Wesseling, [[Apiano|Apia.]] Sic. 2, Pun. 4; [[Dion Casio|Dion Cas]]. Fragm. p. 62, ed. Reimarus, p. 541, ed. Maii; [[Zonaras|Zonar.]] VIII. 15; [[Valerio Máximo|Val. Máx.]] I. 1. § 14, IX. 2. ext. 1; [[Aurelio Víctor|Aurel. Vict.]] De Vir. III . 40; [[Floro|Flor.]] ii. 2; [[Cicerón|Cic.]] Off. iii. 26, pro Seat. 59, Cat. 20, en Pisón. 19, de Fin. v. 27, 29, et alibi;. [[Horacio|Hor.]] Carm. iii. 5; Sil. Ital. vi. 299, & c.</ref>
A su llegada a Cartago, se dice que fue condenado a muerte en medio de las torturas más atroces. Se relata que fue puesto en un cofre cubierto en el interior con clavos de hierro, donde pereció. Otros escritores afirman además, que después de que sus párpados hubieran sido cortados, fue arrojado primero a un cuarto oscuro y luego, de repente, expuesto a los rayos de un sol ardiente. Cuando la noticia de la muerte bárbara de Régulo llegó a Roma, el Senado se dice que dio a Amílcar y [[Bostar]], dos de los generales cartagineses presos, a la familia de Régulo para que se vengaran en ellos con crueles tormentos.<ref>Liv. epit. 18; Gell. vii. 4; [[Diodoro|Diod.]] XXIV. p. 566, ed. Wesseling, [[Apiano|Apia.]] Sic. 2, Pun. 4; [[Dion Casio|Dion Cas]]. Fragm. p. 62, ed. Reimarus, p. 541, ed. Maii; [[Zonaras|Zonar.]] VIII. 15; [[Valerio Máximo|Val. Máx.]] I. 1. § 14, IX. 2. ext. 1; [[Aurelio Víctor|Aurel. Vict.]] De Vir. III . 40; [[Floro|Flor.]] ii. 2; [[Cicerón|Cic.]] Off. iii. 26, pro Seat. 59, Cat. 20, en Pisón. 19, de Fin. v. 27, 29, et alibi;. [[Horacio|Hor.]] Carm. iii. 5; Sil. Ital. vi. 299, & c.</ref>


Esta historia convirtió a Régulo en prototipo de la resistencia heroica, puesto de ejemplo para posteriores generaciones de romanos. Muchos historiadores dudan de su veracidad, al carecer de pruebas fidedignas (el mismo [[Polibio]] guarda silencio). Quizá se tratara de una historia inventada por analistas romanos para infundir moral a las tropas y alimentar el odio a Cartago, excusando así el cruel trato a los prisioneros cartagineses.
Esta historia convirtió a Régulo en prototipo de la resistencia heroica, puesto de ejemplo para posteriores generaciones de romanos. Muchos historiadores dudan de su veracidad, al carecer de pruebas fidedignas (el mismo [[Polibio]] guarda silencio). Quizá se tratara de una historia inventada por analistas romanos para infundir moral a las tropas y alimentar el odio a Cartago, excusando así el cruel trato a los prisioneros cartagineses.
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== Referencias ==
== Referencias ==
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{{SmithDGRBM|autor=WS|artículo=M. Atilius Regulus (3)|volumen=3|páginas=643-644}}

=== Bibliografía ===
* {{cita libro|apellido=Roldán|nombre=José Manuel|título=La República romana|editorial=Ediciones Cátedra|año=1995|isbn=9788437603072}}


== Enlaces externos ==
== Enlaces externos ==
* {{commonscat|Marcus Atilius Regulus}}
* {{commonscat|Marcus Atilius Regulus}}
* {{1911}}


{{sucesión|fila 1
{{Sucesión
| título = Cónsul de la República Romana<br />junto con [[Lucio Julio Libo]]
|título = [[Cónsul romano|Cónsul]] de la [[República romana]] <br/><small>'''''junto con '''[[Lucio Julio Libón]]'''''</small>
| período = [[267 a. C.]]
|período = 267&nbsp;a.&nbsp;C.
| predecesor = [[Publio Sempronio Sofo (cónsul 268 a. C.)|Publio Sempronio Sofo]] y [[Apio Claudio Craso (cónsul 268 a. C.)|Apio Claudio Craso Rufo]]
|predecesores = [[Publio Sempronio Sofo (cónsul 268 a. C.)|Publio Sempronio Sofo]] y <br> [[Apio Claudio Ruso]]
| sucesor = [[Décimo Junio Pera]] y [[Numerio Fabio Píctor]]
|sucesores = [[Décimo Junio Pera]] y <br> [[Numerio Fabio Píctor]]
}}
| título2 = Cónsul (sufecto) de la República Romana<br />junto con [[Lucio Manlio Vulso Longo]]
{{sucesión|última fila
| período2 = [[256 a. C.]]
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}}


{{NF|los años 300 a. C.|250 a. C.|Atilio Regulo, Marco 733}}
{{NF|los años 300 a. C.|250 a. C.|Atilio Régulo, Marco}}
[[Categoría:Militares romanos de las Guerras Púnicas]]
[[Categoría:Militares de la Antigua Roma de las guerras púnicas]]
⚫
[[Categoría:Romanos del siglo III a. C.]]
[[Categoría:Generales de la Antigua Roma]]
[[Categoría:Generales de la Antigua Roma]]
[[Categoría:Militares del siglo III a. C.]]
[[Categoría:Militares de la Antigua Roma del siglo III a. C.]]
[[Categoría:Cónsules de la República romana]]
[[Categoría:Cónsules de la República romana]]
[[Categoría:Ejecutados de la Antigua Roma]]
[[Categoría:Ejecutados de la Antigua Roma]]
[[Categoría:Gens Atilia|Regulo, Marco Atilio 733]]
[[Categoría:Atilios Régulos|Regulo, Marco Atilio a733]]
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[[Categoría:Senadores de la Antigua Roma del siglo III a. C.]]
[[Categoría:Triunfadores]]
[[Categoría:Cónsules sufectos de la República romana]]
[[Categoría:Nacidos en Sora (Italia)]]
[[Categoría:Fallecidos en Túnez]]

Revisión actual - 03:50 26 ene 2024

Para otras personas con el mismo nombre, véase Marco Atilio Régulo (desambiguación).
Marco Atilio Régulo
Senador romano
Cónsul en dos ocasiones
Información personal
Nacimiento Probablemente antes del 307 a. C.
Antigua Roma
Fallecimiento 250 a. C.
Cartago
Religión Politeísta
Familia
Cónyuge Marcia
Hijos
Información profesional
Ocupación Político y Militar
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Marco Atilio Régulo (en latín, Marcus Atilius M. f. L. n. Regulus; c.307 a. C. - 250 a. C.) fue un general romano de origen plebeyo, cónsul en dos ocasiones: 267 a. C. y 256 a. C.[1]​ famoso por su actuación y muerte durante la primera guerra púnica.

Primer consulado

[editar]

Durante su primer mandato consular, en 267 a. C., derrotó, junto a su colega Lucio Julio Libón, a los salentinos, y capturó Brundisium (hoy Bríndisi), un puerto importante que dio a los romanos el control de la desembocadura del mar Adriático y fue el más cercano a la costa de Grecia., el próximo objetivo de las intenciones expansionistas de una Roma que ya estaba apuntando a nuevos territorios en la llanura de Padania e Iliria. Fruto de esta victoria, obtuvo el honor de un triunfo.[2]​

Segundo consulado

[editar]

Batalla del Cabo Ecnomo

[editar]
Artículo principal: Batalla del Cabo Ecnomo

Once años después, en el año 256 a. C. durante el noveno año de la primera guerra púnica, fue cónsul por segunda vez, teniendo a Lucio Manlio Vulsón Longo de colega, y elegido en el lugar de Quinto Cedicio que había muerto poco después de asumir la magistratura consular. Los romanos habían decidido hacer un enorme esfuerzo para concluir la guerra; en consecuencia resolvieron invadir África con una gran fuerza de trescientos treinta buques y 140 000 hombres. Los dos cónsules embarcaron las legiones en Sicilia y se hicieron a la mar rumbo al continente africano.

Los cartagineses trataron de detener esta operación con una flota igualmente poderosa (alrededor de 350 barcos con 150 000 marineros), bajo el mando de Amílcar y Hannón, que estaba emboscada en Heraclea Minoa. Tan pronto avistaron a la flota romana, a la altura del cabo Ecnomo, salieron a su encuentro. En la batalla que siguió, llamada batalla del Cabo Ecnomo, los romanos salieron victoriosos. Perdieron sólo veinticuatro buques y destruyeron treinta de los enemigos; además tomaron sesenta y cuatro navíos con todos sus tripulantes.

Desembarco en África y primeras acciones

[editar]

El pasaje a África estaba despejado y la flota cartaginesa se apresuró a defender la capital. Los romanos, sin embargo, decidieron no navegar directamente hacia Cartago, sino desembarcar en la costa oriental, cerca de la ciudad de Clypea o Aspis, capturándola y estableciendo allí su cuartel general. Desde allí organizaron expediciones de saqueo por toda la campiña cartaginesa, entre las que se menciona el asedio de Garaetium por el legado Calpurnio Craso,[3]​ recogiendo en ellas un importante botín. Cuando se aproximaba el invierno, el cónsul Manlio regresó a Roma por orden del Senado, mientras que Régulo permaneció en territorio púnico con el resto de las tropas para proseguir las operaciones.

Marco Atilio llevaba las operaciones con la mayor energía, a lo que había de sumar la incompetencia de los generales cartagineses. El enemigo había reunido una fuerza considerable que confió a tres comandantes: Asdrúbal, Bostar y Amílcar, pero estos generales evitaban las llanuras, donde su caballería y los elefantes les habrían dado ventaja sobre el ejército romano, y se retiraron a las montañas.

Batalla de Adís

[editar]
Artículo principal: Batalla de Adís

En los montes cerca de Adís, los cartagineses fueron atacados por Régulo y derrotados con grandes pérdidas; 15 000 hombres se dice que habrían muerto en la batalla y 5000 hombres con dieciocho elefantes habrían sido capturados. Las tropas cartaginesas se retiraron dentro de las murallas de Cartago y Régulo ahora invadió el país sin oposición.

Numerosas ciudades cayeron en poder de los romanos, llegando Régulo a acercarse a una distancia de sólo veinte kilómetros de la capital. Para añadir angustia a los cartagineses, los númidas aprovecharon la oportunidad para rebelarse. Sus bandas errantes completaban la devastación del país. Los cartagineses, en su desesperación, enviaron a un emisario a Régulo solicitando la paz. Pero el general romano, que estaba embriagado con el éxito y, subestimando las fuerzas cartaginesas, sólo se las concedía en términos tan intolerables que los cartagineses decidieron continuar la guerra hasta las últimas consecuencias.

Derrota en los llanos del Bagradas

[editar]
Artículo principal: Batalla de los Llanos del Bagradas

En medio de la angustia y alarma de los cartagineses, la solución les llegó de un lugar inesperado. Entre los mercenarios griegos que acababan de llegar de Cartago, había un lacedemonio llamado Jantipo que parece que ya había adquirido alguna pequeña reputación militar, aunque su nombre no se menciona con anterioridad.

Él señaló a los cartagineses que su derrota se debió a la incompetencia de sus generales y no a la superioridad de las armas romanas. Con la confianza del pueblo, fue inmediatamente puesto a la cabeza de las tropas. Basándose en una caballería de 4000 jinetes y 100 elefantes, Jantipo marchó hacia campo abierto para hacer frente al enemigo y, aunque sus fuerzas eran muy inferiores en número a los romanos, derrotó completamente a Régulo en los llanos del río Bagradas. 30 000 legionarios romanos fueron muertos y apenas 2000 escaparon a Clypea. El mismo Régulo fue hecho prisionero junto con 500 romanos más. Este hecho aconteció en el año 255 a. C.[4]​

Cautiverio y muerte

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Régulo permaneció cautivo durante los siguientes cinco años hasta 250 a. C., cuando los cartagineses, después de su derrota en la batalla de Palermo, enviaron una embajada a Roma para solicitar la paz o, por lo menos, un intercambio de prisioneros. Permitieron que Régulo acompañara a los embajadores con la promesa de que podría regresar a Roma si sus propuestas eran aceptadas, pensando que él podría convencer a sus compatriotas sobre un acuerdo de un intercambio de prisioneros con el fin de obtener su propia libertad.

La embajada de Régulo es uno de los relatos más célebres de la historia romana. Los cronistas y poetas relatan que Régulo al principio se negó a entrar en la ciudad como un esclavo de los cartagineses; después, no quiso dar su opinión en el Senado, porque había cesado (debido a su cautiverio) de ser un miembro de este ilustre órgano; finalmente, cuando sus compatriotas le permitieron hablar, trató de disuadir al Senado de aceptar una paz o incluso a un intercambio de prisioneros; y cuando los vio vacilantes, les dijo que los cartagineses le habían dado un veneno lento, que pronto pondría fin a su vida; y como, finalmente, el Senado negó aceptar la oferta de los cartagineses, se opuso firmemente a las opiniones de sus amigos de permanecer en Roma y regresó a Cartago en su condición de prisionero.

A su llegada a Cartago, se dice que fue condenado a muerte en medio de las torturas más atroces. Se relata que fue puesto en un cofre cubierto en el interior con clavos de hierro, donde pereció. Otros escritores afirman además, que después de que sus párpados hubieran sido cortados, fue arrojado primero a un cuarto oscuro y luego, de repente, expuesto a los rayos de un sol ardiente. Cuando la noticia de la muerte bárbara de Régulo llegó a Roma, el Senado se dice que dio a Amílcar y Bostar, dos de los generales cartagineses presos, a la familia de Régulo para que se vengaran en ellos con crueles tormentos.[5]​

Esta historia convirtió a Régulo en prototipo de la resistencia heroica, puesto de ejemplo para posteriores generaciones de romanos. Muchos historiadores dudan de su veracidad, al carecer de pruebas fidedignas (el mismo Polibio guarda silencio). Quizá se tratara de una historia inventada por analistas romanos para infundir moral a las tropas y alimentar el odio a Cartago, excusando así el cruel trato a los prisioneros cartagineses.

Referencias

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  1. ↑ Roldán, 1995, «Cónsules romanos entre 280 y 44 a. C.», p. 741.
  2. ↑ Eutrop. ii. 17; Flor. i. 20; Zonar. viii. 7; comp. Liv. Epit. 15.
  3. ↑ Pseudo-Plutarco Parallela minora 23.
  4. ↑ Polib. i. 26-34; Liv. Epit. 17, 18; Eutrop. oi. 21, 22; Oros. iv. 8; Zonar. VIII. 12, 13; Aurel. Vict. De Vir. III. 40.
  5. ↑ Liv. epit. 18; Gell. vii. 4; Diod. XXIV. p. 566, ed. Wesseling, Apia. Sic. 2, Pun. 4; Dion Cas. Fragm. p. 62, ed. Reimarus, p. 541, ed. Maii; Zonar. VIII. 15; Val. Máx. I. 1. § 14, IX. 2. ext. 1; Aurel. Vict. De Vir. III . 40; Flor. ii. 2; Cic. Off. iii. 26, pro Seat. 59, Cat. 20, en Pisón. 19, de Fin. v. 27, 29, et alibi;. Hor. Carm. iii. 5; Sil. Ital. vi. 299, & c.

Bibliografía

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  • Roldán, José Manuel (1995). La República romana. Ediciones Cátedra. ISBN 8437603072. 

Enlaces externos

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Predecesores:
Publio Sempronio Sofo y
Apio Claudio Ruso 		Cónsul de la República romana
junto con Lucio Julio Libón
267 a. C. 		Sucesores:
Décimo Junio Pera y
Numerio Fabio Píctor

Predecesores:
Cayo Atilio Régulo Serrano y
Cneo Cornelio Blasión 		Cónsul suffectus de la República romana
bajo el consulado de Lucio Manlio Vulsón Longo y Quinto Cedicio
256 a. C. 		Sucesores:
Servio Fulvio Petino Nobilior y
Marco Emilio Paulo
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