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Bernardo de Irigoyen

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Bernardo de Irigoyen


Senador de la Nación Argentina
por Buenos Aires
19 de agosto de 1902-27 de diciembre de 1906


Gobernador de la provincia de Buenos Aires
1 de mayo de 1898-1 de mayo de 1902
Vicegobernador Alfredo Demarchi
Predecesor Guillermo Udaondo
Sucesor Marcelino Ugarte


Senador de la Nación Argentina
por la Capital Federal
18 de mayo de 1895-1 de mayo de 1898
Sucesor Miguel Cané

31 de julio de 1894-30 de abril de 1895
Predecesor Mariano Adrián Varela


Ministro de Relaciones Exteriores de la Nación Argentina
12 de octubre de 1880-11 de febrero de 1882
Presidente Julio Argentino Roca
Predecesor Benjamín Zorrilla
Sucesor Victorino de la Plaza

2 de agosto de 1875-2 de octubre de 1877
Presidente Nicolás Avellaneda
Predecesor Pedro A. Pardo
Sucesor Rufino de Elizalde


Ministro del Interior de la Nación Argentina
2 de octubre de 1877-6 de mayo de 1879
Presidente Nicolás Avellaneda
Predecesor Simón de Iriondo
Sucesor Saturnino Laspiur

12 de febrero de 1882-30 de mayo de 1885
Presidente Julio Argentino Roca
Predecesor Antonio del Viso
Sucesor Benjamín Paz


Procurador del Tesoro de la Nación Argentina
1870-1874
Presidente Domingo Faustino Sarmiento
Predecesor José Evaristo Uriburu
Sucesor Victorino de la Plaza


Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación Argentina
25 de abril de 1875-2 de agosto de 1875
Predecesor Luis Sáenz Peña
Sucesor José Benjamín de la Vega

Información personal
Nacimiento 18 de diciembre de 1822
Bandera de Argentina Buenos Aires, Argentina
Fallecimiento 27 de diciembre de 1906 (84 años)
Bandera de Argentina Buenos Aires, Argentina
Sepultura Cementerio de la Recoleta Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Argentina
Familia
Cónyuge Carmen Olascoaga
Educación
Educado en Universidad de Buenos Aires Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Abogado
Partido político Partido Autonomista
Partido Autonomista Nacional
Unión Cívica
Unión Cívica Radical

Bernardo de Irigoyen (Buenos Aires, Argentina, 18 de diciembre de 1822 - Buenos Aires, 27 de diciembre de 1906) fue un abogado, diplomático y político argentino. Dos veces ministro de Relaciones Exteriores, en 1874 y 1882 y una vez ministro del Interior en 1877. En 1898 fue elegido gobernador de la provincia de Buenos Aires. Fue dos veces candidato a presidente de la Nación, en 1886 y en 1892, y dos veces senador nacional en 1895.

Biografía

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Primeros años

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Bernardo de Irigoyen nació en Buenos Aires el 18 de diciembre de 1822. Sus padres fueron Fermín de Irigoyen y María Bustamante. Fue bautizado en la iglesia de San Nicolás, que estaba donde hoy está el Obelisco. Su padrino fue su tío abuelo, el general Matías de Irigoyen, guerrero de la independencia y Ministro de Guerra del Director Pueyrredón.

Irigoyen nacía en cuna de oro. Toda la vida sería considerado un aristócrata y se comportaría como tal. El primer Irigoyen que llegó al Río de la Plata fue Ignacio de Irigoyen y Echenique en 1757, quien se casó dos años más tarde en la Catedral con Francisca de la Quintana y Riglos, cuya familia era de las más encumbradas de Buenos Aires.

Según el genealogista Narciso Binayán Carmona; era descendiente del conquistador, explorador y colonizador español Domingo Martínez de Irala (1509-1556); sus antepasados tenían un remoto origen mestizo guaraní.[1][2]

A los 21 años completó sus estudios de derecho e ingresó como practicante en el bufete de Lorenzo Torres, amigo de Juan Manuel de Rosas y hombre influyente en la ciudad. Entre sus compañeros de estudios y otros amigos de entonces' se encontraban Marcelino Ugarte, Manuel María Escalada, José Benjamín Gorostiaga, Luis Sáenz Peña, Rufino de Elizalde, Anacarsis Lanús, Federico Pinedo, padre del que fuera intendente, y José María Bosch.

Irigoyen asistía a las tertulias organizadas por Manuela Rosas, hija del gobernador. El mismo Rosas había detectado el comienzo de un romance entre su hija y el joven abogado que se venía desarrollando desde principios de 1843, por tal motivo Rosas lo nombró Oficial de la recién establecida Legación Argentina en Chile.

Inicios en la política durante el Rosismo

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Los propósitos del gobernador para establecer una Legación en Chile eran dobles: por un lado se estudiaba cómo había que enfrentar la ocupación de los Estrechos de Magallanes por parte de Chile, que estaban ocupados desde septiembre de 1843 y el gobierno argentino los consideraba propios, y por otro lado contrarrestar la acción de los emigrados argentinos, encabezados por Domingo Faustino Sarmiento, que desarrollaban actividades contrarias a Rosas en la prensa chilena.

Sarmiento dejó Chile para Europa a fines de 1845 y la Legación fue retirada al año siguiente. Irigoyen recibió instrucciones de permanecer en Mendoza, preservar los archivos y entregarlos al nuevo Ministro, Miguel Otero, que nunca apareció ni se hizo cargo de sus funciones. Sarmiento regresó a Chile en 1848 e Irigoyen permaneció en Mendoza hasta fines de 1850.

Durante su tiempo en Mendoza, Irigoyen contribuyó en el diario “La Ilustración Argentina” que el gobernador Rosas había hecho fundar en la provincia. Mientras permaneció en Mendoza tuvo activa participación en la política de la región, actuando como "agente de Rosas en una zona que éste consideraba, y no sin causa, peligrosa para su política".

También en Mendoza, se casó con Carmen Olascoaga, hermana del coronel Manuel José Olascoaga, el 12 de octubre de 1850, con la cual tuvo 8 hijos: María del Carmen (nacida en Mendoza), Bernardo, Elena Juana, Manuel José Fermín, Fermín Francisco, Mercedes Adela, Carlos Alfredo Doroteo e Irene Alcira Irigoyen.

A mediados de 1850 se dispuso su traslado a Buenos Aires y su adscripción al Ministerio de Relaciones Exteriores. Irigoyen regresó a Buenos Aires en agosto de 1850, después de más de cinco años de ausencia. Se presentó al ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Arana, quien le encargó estudiar los derechos de la República Argentina al Estrecho de Magallanes y le indicó que sería recibido por el gobernador Rosas. La audiencia, para rendir cuenta de sus gestiones en Mendoza, sólo se realizó cinco meses después, en enero de 1851.

Durante la reunión, Irigoyen comentó que: "Éste [Rosas] me recibió con atención y urbanidad: fue la primera vez que conversé con él. Requiriome informes de Chile, de sus principales hombres públicos, cuya actuación anterior conocía; habló de algunos personajes de Bolivia y del Perú. Ocupose de la cuestión del Estrecho de Magallanes e hizo traer a su escritorio un plano del Coronel Arenales, al que daba alta importancia para explicar sobre él, las opiniones que tenía en aquella cuestión, en la que lo encontré más informado de lo que esperaba; demostraba que había leído con atención y se conocía las memorias de los señores Angelis y Vélez Sarsfield".

Después de Caseros

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Después de la Batalla de Caseros, Irigoyen fue nombrado vocal del Consejo de Estado creado por el general Justo José de Urquiza para asesorarse, integrado también por Francisco Pico, José Barros Pazos, Salvador María del Carril, José Benjamín Gorostiaga, Nicolás Anchorena y el general Tomás Guido. En las deliberaciones de este Consejo, Irigoyen propuso la abolición de la pena de muerte y la confiscación de bienes. Urquiza también lo designó comisionado ante los gobiernos de las provincias confederadas para preparar la reunión que culminó en el Acuerdo de San Nicolás, antecedente de la Constitución Nacional de 1853.

Irigoyen permaneció en la ciudad al separarse Buenos Aires de la Confederación luego de la revolución del 11 de septiembre de 1852. Pero al producirse la contrarrevolución del 10 de diciembre por los partidarios de Urquiza, y dirigida por el general Hilario Lagos, Irigoyen se expatrió en Montevideo, donde inició actividades comerciales y profesionales con las que, en base al préstamo de un amigo, comenzó a acumular un considerable patrimonio. Hasta 1857 se dedicó a negocios agropecuarios, comerciales e industriales en las provincias de Santa Fe y Buenos Aires, principalmente la explotación ovina. Adquirió grandes extensiones de tierra en las actuales zonas de Rosario y la provincia de Entre Ríos.

En 1857 decidió volver a cursar las últimas materias que le faltaban para terminar la carrera de derecho y para recibirse de doctor en jurisprudencia, graduándose algún tiempo después. Seguidamente se dedicó a la profesión de abogado y a los negocios, abandonando los proyectos agropecuarios, salvo la administración de la estancia La Choza de su propiedad, cerca de Luján.

Regreso a la política

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En 1870 regresó a participar en política, siendo elegido diputado a la Legislatura de Buenos Aires. Meses después, el presidente Domingo Faustino Sarmiento lo designó Procurador del Tesoro, cargo que desempeñó hasta el 15 de mayo de 1871. En 1872, por invitación de Adolfo Alsina se incorporó al Partido Autonomista. Al año siguiente fue elegido diputado nacional, vinculándose estrechamente con Alsina. Al iniciarse la lucha electoral para la sucesión de Sarmiento, apoyó decididamente la candidatura de Nicolás Avellaneda.

En agosto de 1874, el Colegio Electoral proclamó la victoria de Avellaneda en las elecciones presidenciales y en los círculos cercanos al presidente electo comenzó a circular el nombre de Irigoyen como firme candidato a ministro de Relaciones Exteriores o ministro plenipotenciario en Río de Janeiro. Pero inmediatamente una feroz campaña contra el nombramiento de Irigoyen surgió, impulsada por el diario La Tribuna, en donde se le recriminaba su pasado rosista. Aunque el presidente Avellaneda no cambió su opinión y le ofreció el cargo a Irigoyen, que lo rechazó. En consecuencia nombró canciller a Félix Frías, entonces jefe de la Legación argentina en Chile.

Gobiernos de Avellaneda y Roca

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En julio de 1875, siendo Irigoyen presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, que integraba desde su elección en 1874, Avellaneda insistió en convencerlo de que aceptara la Cancillería pero Irigoyen rechazaba argumentando su falta de preparación para el cargo. Debido a la insistencia del presidente, Irigoyen terminaría aceptando e incorporándose como ministro de Relaciones Exteriores en agosto de ese año.

Durante su gestión debió enfrentar la amenaza del Banco de Londres y del gobierno de Gran Bretaña de bombardear Rosario si el gobierno de Santa Fe no dejaba sin efecto la intervención del Banco de Londres. La enérgica posición de Irigoyen detuvo la acción bélica. A raíz del conflicto Irigoyen fue conocido por elaborar una doctrina sobre la ausencia de nacionalidad de las sociedades anónimas y la inaplicabilidad para las mismas de la protección diplomática que recibían los ciudadanos.[cita requerida]

Hacia mediados de 1876, los mitristas fueron acercándose progresivamente al gobierno debido a la política de la "Conciliación de los partidos" lanzada por el presidente y por Adolfo Alsina, ministro de Guerra. La conciliación terminó por producir una crisis en el Gabinete renunciando en junio de 1877 el Ministro de Instrucción Pública Onésimo Leguizamón y, al concretarse la conciliación el 2 de octubre, el Ministro del Interior, Simón de Iriondo.

Con el ingreso de dos mitristas, Rufino de Elizalde y José María Gutiérrez, se debió reorganizar el Gobierno. Irigoyen, a quien Alsina debió convencer para que aceptara, pasó a Interior, Gutiérrez a Instrucción Pública y Elizalde, por tercera vez, a Relaciones Exteriores. De ese modo, Irigoyen dejó la Cancillería que había conducido durante poco más de dos años.

La gestión de Irigoyen en el Ministerio del Interior sólo duró medio año, de octubre de 1877 a mayo de 1878. Durante ese tiempo ordenó la ocupación de las márgenes del Río Santa Cruz, estableciendo la línea de navegación a cargo de Piedrabuena. Remitió auxilios a los indios residentes al Sur de dicho río para que acatasen la autoridad del Gobierno nacional. Mandó por primera vez animales vacunos y lanares a la Patagonia para contribuir a establecer una población estable. Apoyó los viajes del Perito Moreno y las primeras expediciones científicas desde la época colonial. Fundó la Colonia General Alvear en Entre Ríos y la Colonia de Caroya en Córdoba, así como otras en el Chaco. Dispuso la construcción del camino que une Villa Mercedes en San Luis con San Rafael en Mendoza.

Cuando estallaron movimientos revolucionarios en Mendoza y San Juan, Irigoyen los reprimió decididamente. Pero en abril de 1878 se produjo una revolución en Corrientes que generó una situación más complicada, convirtiéndose en la llamada “cuestión de Corrientes”, al tener la provincia dos gobernadores simultáneos, el doctor Derqui por el oficialismo y el doctor Cabral por los mitristas. Avellaneda designó interventor a Victorino de la Plaza, el ministro de Hacienda, que, en los hechos actuó en favor de Derqui. En consecuencia, el 29 de abril renunciaron los ministros Elizalde y Gutiérrez.

Al aproximarse la apertura del Congreso el Gobierno debía hacer pública una posición clara. Avellaneda optó por una nueva elección de gobernador. Irigoyen no acompañó al Presidente opinando que los poderes nacionales carecían de facultades para examinar las elecciones provinciales y pronunciarse sobre su validez o nulidad. Ante la imposibilidad de conciliar ambas posiciones Irigoyen le hizo llegar su renuncia.

En 1878 Irigoyen fue elegido vicepresidente del comité patriótico formado para sostener los derechos frente a Chile. Al año siguiente renunció a la candidatura a Senador por Buenos Aires y fue elegido a la legislatura provincial y Presidente de la Cámara.

En 1880 Irigoyen fue propuesto para candidato a presidente de la Nación por el Club de la Paz. Apoyaron su candidatura Luis Sáenz Peña, el Diputado nacional Leandro Alem y el Senador Bernardo Solveyra. Hipólito Yrigoyen, Pastor Lacasa y Ramón Victorica, de acuerdo con Alem decidieron publicar El Republicano, como estandarte de la candidatura presidencial de don Bernardo. El 7 de marzo dos mil autonomistas se reunieron en el Teatro Variedades y proclamaron su candidatura. Al terminar el acto la multitud se encaminó a la casa de Irigoyen, en la calle Florida, vivando a la patria. El doctor Irigoyen, subido a una silla, en la puerta de su casa, saludó con emoción a los manifestantes. Aceptó la candidatura y declaró: “Amo las 14 provincias; amo la influencia legítima de Buenos Aires”.

Las elecciones presidenciales del 11 de abril, el general Julio Argentino Roca resultó electo presidente de la Nación, derrotando a Carlos Tejedor, gobernador de Buenos Aires. Los votos para Irigoyen fueron votos perdidos. Pero la elección no resolvió la crisis política. El 19 de abril una turba intentó asesinar a Avellaneda. El 21 se realizó la sesión preparatoria de la legislatura, que presidió Irigoyen. Lo que hará Tejedor no se sabe. En junio Avellaneda trasladó el Gobierno a Belgrano. El Congreso se partió en dos: con Avellaneda se van a Belgrano 35 diputados. Con Tejedor permanecen 41. Al producirse el choque militar la batalla fue muy sangrienta. Después, Mitre es la solución. Tejedor lo visitó y luego fue a Belgrano. El 30 de junio Tejedor renunció. Avellaneda volvió a la Casa Rosada. La legislatura de Buenos Aires fue disuelta. Se realizaron elecciones y el 6 de octubre se reunió la nueva cámara.

A mediados de 1880 Irigoyen fue designado Ministro plenipotenciario ante Uruguay. Ello se debió a que el vapor Vigilante de la Armada Argentina capturó en el Puerto de Montevideo dos naves uruguayas. El Gobierno uruguayo protestó por estos actos, produciéndose por ellos un momento de suma gravedad. Fue entonces que el Gobierno argentino envió a Irigoyen en misión especial a Montevideo, quien allanó los incidentes.

Al asumir la presidencia el 12 de octubre de 1880 Roca designó en el Ministerio de Relaciones Exteriores a Irigoyen. El nuevo presidente pensó seguramente que para resolver de una vez por todas la cuestión de límites con Chile Irigoyen era quien estaba mejor capacitado para encontrar la solución diplomática. El 20 de julio de 1881, se firmó el Tratado de Límites con Chile luego de las negociaciones que se desarrollaron durante toda la primera mitad del año con la mediación de los ministros plenipotenciarios de los Estados Unidos en Buenos Aires y Santiago de Chile. El tratado sentó la base de la frontera entre ambos países, desmilitarizó el estrecho de Magallanes, declaró obsoletos los tratados anteriores y nombró una instancia en caso de controversias. Aprobado el Tratado con Chile en enero de 1882, al mes siguiente Irigoyen dejó la Cancillería y aceptó el Ministerio del Interior, en el que permaneció hasta mediados de 1885, cuando renunció para hacer campaña por el Partido Autonomista Nacional para la sucesión de Roca.

Inauguró en esa campaña un estilo diferente de hacer política, utilizando el ferrocarril para viajar a Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy. El general Roca, acompañado por el Ministro del Interior, Benjamín Paz, lo despidieron en su domicilio. El Vicepresidente Francisco Madero lo acompañó hasta Belgrano, junto con el general Benjamín Victorica, los senadores Rafael Igarzabal y Gregorio Santillán, Torcuato de Alvear, Manuel Quintana, Mariano Unzué, Diego Baudrix y Diógenes Urquiza. En Tucumán subieron al tren Vicente Gallo, Juan Posse y Manuel Paz. El futuro presidente Luis Sáenz Peña también integró la comitiva. La candidatura de Irigoyen fue ampliamente derrotada por Miguel Juárez Celman en agosto de 1886. La fórmula triunfante, que obtuvo 168 electores contra 13 de Tucumán que apoyaron a Irigoyen, llevó de candidato a vicepresidente a Carlos Pellegrini, candidatura que al inicio del proceso electoral había sido ofrecida a Irigoyen y rechazada por éste. Derrotado, Irigoyen tomó la decisión de alejarse de la política activa.

Revolución del Parque y formación de la Unión Cívica Radical

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A partir de 1889 la situación económica se deterioró en pocos meses y el gobierno de Juárez Celman empezó a tambalear. La oposición comenzó con la organización de banquetes y siguió con la de actos políticos en la calle. El 1 de septiembre se realizó el mitin del Jardín Florida, donde se aprobó la declaración de principios de la Unión Cívica de la Juventud. Irigoyen fue invitado al evento pero no asistió aunque se adhirió por escrito a los ideales que llevaron al acto. El 13 de abril de 1890, Irigoyen asistió al acto en el popular Frontón Buenos Aires. Ese día nació la Unión Cívica, nuevo partido político que congregaba a toda la oposición al gobierno de Juárez Celman y que estaba formado por figuras como Bartolomé Mitre, Leandro Alem, Aristóbulo del Valle, Vicente Fidel López, y otros hombres.

La revolución de la Unión Cívica estalló el 26 de julio pero su conducción fue demasiado desorganizada para conseguir la victoria. La derrota militar, sin embargo, no impidió que Juárez Celman se viera obligado a renunciar. El 7 de agosto, Pellegrini asumió la presidencia para completar el mandato interrumpido.

En enero de 1891 la convención de la Unión Cívica en Rosario proclamó la fórmula Bartolomé Mitre Bernardo de Irigoyen para suceder a Pellegrini. Mitre aceptó desde Europa, pero al regresar el 18 de marzo recibió la visita de Roca, que era Ministro del Interior. Dos días después El Nacional informó que Roca y Mitre se habían puesto de acuerdo “sin condiciones, sin pacto, sin compromisos”. Mitre, al explicar el acuerdo en La Nación dijo que además de la supresión de la lucha implicaba la fundación de un gobierno regular “de todos y para todos”. Habrá transmisión pacífica del mando sin imposición y sin revolución”. El 12 de abril de 1891 Alem reaccionó, firmando un manifiesto de la Unión Cívica. “... que la elección vuelva a ser un atributo privativo del pueblo y no una función de los gobiernos... No aceptaremos compromisos que importen la continuación del régimen funesto... Y nos ratificamos en los principios proclamados y en que iremos a las urnas con los candidatos designados por la Convención del Rosario”. La opinión se polarizó, acercándose los moderados a Mitre y Roca y los “radicales” a Alem y don Bernardo, lográndose el objetivo de Roca, que era justamente dividir a la oposición. A pesar de todo la fórmula Mitre-Irigoyen siguió vigente hasta principios de junio.

El 26 de junio se dividió el Comité de la Unión Cívica, reuniéndose separadamente dos grupos de sus miembros. Presididos por Bonifacio Lastra, amigo de Mitre, 24 de ellos decretan la reorganización del partido bajo la denominación de Unión Cívica Nacional. Los restantes, entre los que se cuentan Alem, don Bernardo, Martín M. Torino, Marcelo T. de Alvear, Aristóbulo del Valle, Hipólito Yrigoyen, Mariano Demaría, Virgilio M. Tedín, Mariano Espina, Belisario Roldán, Lisandro de La Torre, dan nacimiento a la Unión Cívica Radical. A partir de ese día funcionan dos comités, el de Alem y el de Bonifacio Lastra. El 15 de agosto la convención de la Unión Cívica acuerdista proclamó la fórmula Mitre-José Evaristo Uriburu, lo que fue la ocasión de un gran discurso de Mitre. Simultáneamente se reunió en el Teatro Onrubia la convención de los contrarios al acuerdo. Para ellos la candidatura de Mitre queda eliminada. La nueva fórmula es Bernardo de Irigoyen y Juan M. Garro.

El 15 de octubre de 1891 Mitre renunció a su candidatura en una carta al General Roca “en el convencimiento de que es estéril mi presencia en el Gobierno para los intereses de la Patria”. Roca, por su parte, abandonó la presidencia del Partido Autonomista Nacional y se retiró a la vida privada. Pellegrini asumió entonces la conducción del “Acuerdo” e invitó a su casa para hablar de la crisis a Mitre, Quintana, Irigoyen, Gutiérrez y Lastra. Entretanto, el gobernador de Buenos Aires, Julio A. Costa, proclamó la fórmula Roque Sáenz Peña y Juan D. Pizarro, llamada “de los modernistas”. Pero en una reunión en casa de Pellegrini los adversarios de Alem (Roca, Mitre y Pellegrini) sacaron de la galera la candidatura de Luis Sáenz Peña que eliminó la fórmula del hijo y decidieron enfrentar al radicalismo, acusándolo de planear una insurrección. El clima de intranquilidad persistió. El 3 de abril de 1892 Pellegrini decretó el estado de sitio y arrestó a muchos dirigentes, inclusive Alem, a pesar de sus fueros parlamentarios. Fueron presos también Adolfo Saldías, Marcelo T. de Alvear y Juan Posse. El 10 se realizaron las elecciones y se impuso la fórmula Luis Sáenz Peña-José Evaristo Uriburu. Dos días más tarde en reunión de Gabinete el Gobierno decidió deportar a Montevideo, a bordo del buque Cosmos una docena de detenidos.

Luego de la revolución radical de 1893, Irigoyen fue nuevamente desterrado a Montevideo. En julio de 1894 fue electo senador nacional por la Capital Federal luego de la renuncia de Alem a su banca ante el Colegio Electoral. El primer acto de Irigoyen como senador fue solicitar una interpelación al ministro del Interior Manuel Quintana sobre las intervenciones federales a varias provincias y el estado de sitio. El debate se tornó en una fuerte disputa discursiva entre Irigoyen y Quintana, teniendo como vencedor del mismo a Irigoyen. En enero de 1895 Irigoyen presentó en el Senado un proyecto de ley de amnistía, cuya discusión y aprobación provocó el 22 de enero de 1895 la renuncia del presidente Luis Sáenz Peña. José Evaristo Uriburu asumió la presidencia para completar el mandato.

En enero de 1896 fallece Aristóbulo Del Valle y en julio de ese mismo año se suicida Alem. Para ese entonces, la Unión Cívica Radical se encontraba dividida en dos tendencias: los rojos de Alem y los líricos de Hipólito Yrigoyen. Luego de la muerte de Alem, la división se cerró brevemente pero pronto las diferencias comenzaron a surgir nuevamente cuando el sector liderado por Irigoyen (aquel que se agrupaba en torno a los antiguos rojos de Alem) tomó contactos con la Unión Cívica Nacional, y con un sector político liderado por Roque Sáenz Peña, para formar una alianza que se conoció como la política de las paralelas. Esta política tenía la finalidad de enfrentar la candidatura presidencial de Julio Argentino Roca y proponía la candidatura presidencial de Irigoyen, acompañado en la vicepresidencia por un mitrista, y la candidatura del mitrista Emilio Mitre para la gobernación de Buenos Aires, acompañado por un radical. Pero finalmente las tensiones provocadas por el sector de Hipólito Yrigoyen, que disolvió el comité radical de la provincia de Buenos Aires en desacuerdo con la política de las paralelas, hizo imposible la alianza electoral con el mitrismo, que tuvo que ser abandonada.

Gobernador de Buenos Aires

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Irigoyen permaneció en su banca de senador hasta 1898, cuando fue elegido gobernador de la provincia de Buenos Aires para un mandato de cuatro años. La iniciativa provino de parte de Carlos Pellegrini para evitar un triunfo de la UCN en la provincia. Irigoyen se resistió en un comienzo, pero ante la presión de Pellegrini terminó por aceptar, recibiendo el apoyo de la Unión Provincial y de las dos tendencias en que se había dividido el radicalismo (bernardistas e hipolistas). El vicegobernador fue el ingeniero Alfredo Demarchi, un dirigente de la Unión Industrial Argentina de tendencia proteccionista, próximo a Pellegrini por esta razón.

La gobernación de Irigoyen fue dificultosa debido a la división del radicalismo y la oposición de la legislatura provincial a muchas de sus iniciativas, que no lo dejaron poder elegir a sus ministros a su preferencia. También se sumaba la oposición del propio vicegobernador Demarchi, aliado al sector hipolista. Irigoyen tuvo que superar problemas políticos y administrativos difíciles, anulación de elecciones, dos intervenciones a la legislatura provincial. Entregó el gobierno a su sucesor, Marcelino Ugarte, su ministro de Hacienda, el 1 de mayo de 1902.

Senador nacional y fallecimiento

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A mediados de 1902 Bartolomé Mitre decidió retirarse de la vida pública y renunció a su banca en el Senado para la que había sido elegido el año anterior. La legislatura provincial eligió a Irigoyen para completar el mandato, cargo que ocupó hasta su muerte. A fines de 1903 participó en el Senado de un debate que sería el último en que trataría una cuestión de política internacional. El Estado colombiano de Panamá se había proclamado independiente y se trataba de su reconocimiento por parte de la Argentina. Irigoyen y Miguel Cané eran los miembros informantes de la cuestión. Dijo Irigoyen: “Ha de decirse por unos que quiero producir la guerra con EE.UU.; por otros que pretendo que marchen los ejércitos de la República a defender Panamá. Nada de eso. No me propongo iniciar complicaciones de ninguna clase. Me propongo salvar antecedentes que considero pueden, con el tiempo, no sólo ser importantes sino de mucha trascendencia para el país”.

Bernardo de Irigoyen falleció en Buenos Aires el 27 de diciembre de 1906, mientras dormía, nueve días después de haber cumplido 84 años. Actualmente dos localidades en las provincias de Santa Fe y Misiones llevan su nombre[cita requerida]

Su tumba en el cementerio de la Recoleta.

Véase también

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Referencias

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  1. Historias inesperadas, Relatos, hallazgos y evocaciones de nuestro pasado (16 de mayo de 2011). «La sangre guaraní de Belgrano, Bioy y el Che». Diario La Nación. Archivado desde el original el 28 de diciembre de 2016. Consultado el 27 de diciembre de 2016. 
  2. Binayán Carmona, Narciso (1 de enero de 1999). Historia genealógica argentina Buenos Aires. Buenos Aires: Emecé Editores. ISBN 9500420589. 

Bibliografía

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Enlaces externos

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