Del curso: Cómo trabajar con gente difícil

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Las personas con malos hábitos

Las personas con malos hábitos

Vamos a hablar de las personas que no son difíciles, no son ni demasiado infantiles ni egoístas, sino que tienen ciertas carencias que dificultan nuestra relación laboral con ellas. Son desorganizadas, demasiado quisquillosas o no prestan atención a los detalles, y cometen errores de vez en cuando. Solo tienen malos hábitos. A la hora de trabajar con estos puntos débiles, tenemos varias opciones. Una, recordar que nadie es perfecto. Los equipos se crean para solventar los puntos débiles de cada integrante, y como equipo, podemos completar nuestro trabajo. O dos, podemos intentar mejorar el rendimiento de la persona en cuestión reduciendo o erradicando el hábito dañino. Quizá no sea consciente de él, o no lo quiera cambiar, o no crea que puede hacerlo. Hablemos de varios hábitos malos. Nos quedaremos con cuatro: la impuntualidad, no escuchar, el mal humor y la meticulosidad. Primero, esa persona que siempre llega tarde. Para convivir con ella, podemos invitarla antes de la hora…

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